Las mujeres infieles hacen curso de actuación para desenvolver varios papeles en un mismo personaje, emociones que esconden y que solo quedan en el fondo de los pensamientos, vivir en la infidelidad no es tan fácil como aparentan en ella se tiene que sentir y sufrir por dos.
Cuando tenemos nuestro novio o esposo debemos saciar necesidades para que la relación marche a plenitud y nos toca hacerlo así estemos muriendo por el otro, así nos estemos muriendo de ganas por ver, escuchar o sentir al otro, esto no es masoquismo esto es en verdad ser infiel.
Actuamos de tal forma que nuestra pareja no se entera si estamos sufriendo, si estamos felices, si es verdad que estamos cansadas por el estrés del día cuando en verdad estas muriendo porque no hemos podido escuchar a esa otra persona.
Amar a dos resulta siendo tarea difícil de asumir y que muy pocas pueden manejar, mantener a dos vidas contentas y saciar dos necesidades más la propia es complicado, ese es el papel que hacen a diario las novias y esposas que por fuera transpiran corazones y por dentro están llenas de lujuria y placer.
A quién no le ha sucedido que ha peleado con esa segunda persona, segunda porque por lo general todas las mujeres enumeramos a nuestros amores para diferenciar y sobre todo para guardar un lugar; siempre uno es más importante que el otro, hemos peleado con dos y nos toca fingir ante el uno que estamos regias, tarea que solo pocas han asumido y logran pasar preguntas por parte de uno como: “qué te pasa”, “por qué estas tan cayada” etc.
Somos infieles nos gusta y nos agrada inventar sucesos cotidianos con tal de vivir a plenitud cada acontecimiento que conlleve al amor.
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